Pasada la furia del Premier 12, con Japón como nuevo campeón, Estados Unidos fuera del podio y Corea del Sur y México uniéndose al festín de los conjuntos con cupo asegurado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, junto a los locales e Israel, todavía en Cuba se escuchan los ecos del estruendo causado por la pálida imagen del elenco antillano en Asia, más que todo por una ofensiva anoréxica que llegó a límites impensables, al punto de no marcar carreras en dos encuentros y en el restante enfrentamiento lograron tres para vencer de modo pírrico.
Eso fue parte del angustioso panorama vivido por el elenco comandado por Miguel Borroto en su efímero paso por el grupo desarrollado en Corea del Sur. Allí la vorágine que suele ser la fanaticada beisbolera cubana se ubicó durante buen tiempo sobre el propio Borroto, cuestionado hasta el cansancio por decisiones que tomó y no debió haberlas tomado o por cambios que se pedían a gritos en la alineación, escuchados por todos menos por él, a no ser que el camagüeyano haya pecado de tozudo. Pensando un poco, bien pudo haber sido ese el caso, ¿no creen?
Sobre él varios lectores nos pidieron que habláramos un poco acerca de sus desempeños en eventos internacionales como entrenador o mientras cumplió contratos en el exterior, partiendo de que su reciente experiencia al frente del conjunto nacional figura en el tope de su currículum.
No es justo abordar esa arista ignorando le fecunda trayectoria que posee como director en Series Nacionales. Antes de la actual temporada, que representó su retorno al principal torneo beisbolero del país después de once contiendas ausente, dirigió en 18 campeonatos en diferentes épocas, logrando varios podios y como mejor ubicación un subtítulo hace casi 35 años. Además, ganó más de 600 choques, incluyendo postemporadas.
De vuelta al propósito de este material, el nombre de Miguel Borroto no puede faltar cuando se hable de selecciones nacionales en categorías inferiores, fundamentalmente durante la década del 90. Fue manager de varios equipos cubanos cadetes y en la Copa Mundial efectuada en Mazatlán, México, 1994, ganó invicto la justa y así puso fin a una racha de cuatro ediciones en las que nuestro país no llegaba a la final ni siquiera.
Al año siguiente, en Brasil, repitió la fórmula exitosa, y sus alumnos derrotaron a los anfitriones en la final. Mientras, en su época como timonel del Cuba juvenil conquistó dos coronas (agosto de 1996 y agosto de 1997) y un bronce en 1999. En la versión de Sancti Spíritus 1996, su tropa aventajó en el choque decisivo 6-5 a Taipei de China y al año próximo, en la ciudad canadiense de Moncton, vencieron nuevamente a los taipeianos, en esa ocasión con pizarra de 7-3. Hace dos décadas terminaron invictos sus discípulos en cinco juegos en el grupo A, pero en semifinales cedieron 2-3 ante Estados Unidos.
Aproximadamente, entre 2006 y 2007, permaneció en Italia trabajando con el club Baseball Livorno, que por aquella época integraba la segunda división. Un entrenador de esa organización declaró a Cubalite que Borroto llegó y se fue con gran prestigio. Durante su estancia allí entrenó al primer equipo y dirigió al conjunto juvenil, con muy buenos resultados.
Por último, previo a su incorporación este año al frente de los Toros, Borroto se mantuvo durante un tiempo considerable —más de 10 años— trabajando en el béisbol mexicano, especialmente con la organización Piratas de Campeche, en la que nunca dirigió al principal equipo, contrario a lo que han publicado algunos medios.
Mayormente su función allí fue Coordinador de Scouteo, aunque también dirigió en la Liga Rookie de la Academia del Béisbol Mexicano (con el elenco CAMTAB en 2011) y este año en la Liga Tabasqueña. Asimismo esta temporada integró el cuerpo técnico del elenco Freseros de San Quintín —perteneciente a la Liga del Norte—, cuyo director es el también cubano Benito Camacho, ahora con Industriales.
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