No somos pocos los que de vez en cuando nos ponemos a navegar por internet y husmeamos y seguimos husmeando, unas veces con más éxito que otras, y aun cuando hemos pasado bastante tiempo en la búsqueda pensamos en qué otra cosa más podemos rastrear en ese tiempito. Un día, después de haber súper-calentado los motores de búsqueda por más de una hora, me dio por indagar sobre la única telenovela que vi de principio a fin, pues entre sus mayores ganchos estaban los breves segundos de música que acentuaban la trama. Y, de pronto, ahí estaba. Solo dos CDs disponibles. Y Amazon me los podía traer a la casa, posiblemente desde Brasil. Y sin que me temblara el mouse, hice click.
Cuando Vale todo llegó a nuestras pantallas, a inicios de los 90, la pista ya venía calentándose. Las telenovelas brasileñas habían desplazado, prácticamente, a las mexicanas y colombianas con entregas de muy, muy alta factura; Una mujer llamada Malú (1983), La esclava Isaura (1984) y Roque Santeiro (1990) son solo algunos títulos de lo más representativo de entonces. Vale Todo no solo resultó un conjunto de tramas bien contadas con un reparto estelar (Regina Duarte, Gloria Pires, Antonio Fagundes, Beatriz Segall, Reginaldo Faria, Carlos Alberto Ricceli, Paulo Reis): las cuatro primeras notas de su tema de presentación, Brasil, interpretado por Gal Costa, anunciaba lo que sería “un tronco” de banda sonora.
Por ese entonces, varios músicos e intérpretes cariocas también habían calentado un poco la pista en la isla; de vez en cuando, la radio ponía algunos temas –instrumentales- de Antonio Carlos Jobím o de Sergio Mendes y su Brasil 66; en las fiestas bailábamos apretaditos con Roberto Carlos (cantando en español); Chico Buarque se convirtió, además, en cara conocida –incluso los cines pusieron un documental sobre su carrera a principios de los 80s–; luego llegó la voz de Simone con Comenzar de nuevo, tema compuesto por Ivan Lins para Malú, y más tarde su imagen sexy de pelo revuelto y gafas oscuras tomando sol en una playa o poniendo a cantar y bailar a públicos que colmaban estadios. A nuestro diapasón también se sumarían Gal Costa, Ellis Regina, María Bethania, Milton Nascimento, Gilberto Gil –no recuerdo ahora el título del programa semanal de TV que los promovió– y algunos, incluso, llegaron a visitarnos.
No quedan dudas de que además de la trama de Vale Todo la O’Globo se propuso, como hace Hollywood, vender la música incidental que apoyaba caracterizaciones de personajes o al movimiento narrativo como un producto musical excepcional. Cuando el CD llegó a mis manos, y leí los nombres de todos los involucrados en este proyecto, y escuché todas las canciones, completas, realmente comprobé lo que había sido una intuición auditiva hace casi 30 años atrás.
En primer lugar, la banda sonora de Vale Todo compila, como diría un amigo, “lo más mejor” de la música brasileña en aquel momento y en años por venir. A continuación del Brasil de Gal Costa desfilan Maria Bethania (Tá Combinado), Ivan Lins (Pontos Cardeais), Gonzaguinha (É), Caetano Veloso (Isto Aquí O Que É?), Jane Duboc (Besame) y Gaz (Um Mundo Só Para Nós, versión al portugués del éxito de Alan Parsons, Eye in the Sky). Otros intérpretes menos conocidos –al menos para mí–, completan el álbum con temas que “no tienen desperdicio”: Nico Rezende (Penso Nisso Amanhã), Cazuza (Faz Parte do Meu Show), João Bosco (Terra Dourada), Ritchie (A Sombra da Partida), Verónica Sabino (Todo O Sentimento) y el instrumentista Léo Gandelman (Sem destino). Y no faltan otros nombres como los de Chico Buarque o Vitor Martins detrás de las composiciones.
La variedad de esta banda sonora no solo está en el talento artístico enumerado, sino en el amplio espectro de géneros incluidos. Como es de esperar, hay samba y bossa nova (Brasil, É, Faz Parte do Meu Show, Isto Aquí O Que É?), baladas suaves (Tá Combinado, Terra Dourada, Pontos Cardeais, A Sombra da Partida, Todo O Sentimento) otras baladas uptempo (Penso Nisso Amanhã, Um Mundo Só Para Nós), un tema rock-samba (Pense Dance), un tango (Besame) y un instrumental (Sem destino). Para todos los gustos. Para levantarnos del asiento y movernos. Para bailar apretadito. Para sentarnos a escuchar y asociar. Para recordar. Para descubrir.
Lo bueno es, estimados lectores, que no los voy a dejar intrigados o “salivando”, ni pensando que si yo me llevé uno de los dos CD que quedaban, ya para usted no hay nada. Gracias a lo disponible en internet, aquí les dejo un enlace para que disfruten, una y otra vez, de esta joya de la música brasilera… y coincidirán conmigo en que Valen Todos.
En el video, aparecen las canciones en el siguiente orden: Brasil, Faz Parte do Meu Show, Pense Dance, Terra Dourada, Pontos Cardeais, A Sombra da Partida, Todo O Sentimento, É, Penso Nisso Amanhã, Isto Aquí O Que É?, Tá Combinado, Besame, Um Mundo Só Para Nós y Sem destino.
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