Justo el día en que arrancó la Serie Mundial de las Grandes Ligas con tres cubanos en los rosters activos, dio comienzo también la temporada 74 de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), un certamen cada vez más ecuménico e internacional, que por sexto año consecutivo supera el centenar de jugadores extranjeros en las duelas…
En el campeonato, que comenzó con victoria del campeón defensor Toronto Raptors sobre los New Orleans Pelicans, actuarán 108 jugadores extranjeros provenientes de 38 países, pero -como dijera un antiguo dirigente ante la ONU, en 1996 – “ninguno de ellos es cubano”…
Tampoco es para acomplejarse: de esa legión solamente nueve jugadores representan a América Latina y el Caribe, y solo dos son hispanoparlantes. En total son cuatro brasileños (Nené Hilario, Raúl Neto, Bruno Caboclo y Cristiano Felicio), y uno per cápita de Bahamas (DeAndre Ayton), República Dominicana (Al Horford), Puerto Rico (J.J. Barea), Haití (Skal Labissiere) y Antigua y Barbuda (Norvel Pelle).
Además, algo de sangre cubana sí habrá, específicamente en Milwaukee, donde junto al “Greek Freak” Giannis Antetokounmpo estarán los gemelos Robin y Brook López, hijos del cubano Heriberto López, nacidos en California. Ambos son veteranos que todavía imponen su presencia bajo las tablas, y ahora Robin incluso encesta de larga distancia.
Lo cierto es que solo dos jugadores nacidos en Cuba llegaron a la NBA: el habanero Andrés Guibert, elegido en el draft de expansión que marcó la llegada de los Minnessota Timberwolves a la liga, en 1993, y el santaclareño Lázaro Borrell, que incluso abrió par de partidos en los playoffs de 1999 con los antiguos Supersónicos de Seattle.
Gilbert Arenas, nieto del santiaguero Hipólito Arenas, tuvo un destacado paso tanto por el circuito colegial de Estados Unidos como por la NBA, donde llegó a ser el jugador franquicia de los Washington Wizards, aunque jugó con los Warriors, los Magics y los Grizzlies, antes de terminar su carrera en China, con los Shanghai Sharks. Si bien fue un tirador excepcional, fuera de la cancha era, digamos, controvertido…
Por lo pronto, este año apenas faltaron cinco legionarios para igualar el record de extranjeros en la NBA (113), en las temporadas 2016-17 y 2017-18, en las cuales estuvieron representados 42 países. Eran tiempos mejores para Latinoamérica, con Argentina a la vanguardia y el inigualable Emanuel “Manu” Ginóbili.
Para este año, destacan Canadá, con 16 jugadores foráneos, seguido por Australia (9), Francia (8), Croacia (7) y Serbia (6). Los Dallas Mavericks tienen a 7 internacionales, seguidos por Phoenix Suns y Philadelphia 76ers (6). Además, esta campaña cuenta con 30 antiguos beneficiarios del programa Baloncesto Sin Fronteras (BWB, por sus siglas en inglés), del que salieron figuras como Marc Gasol (España) y Joel Embiid (Camerún).
Por cierto, un beneficiario de dicho programa fue el cubano Jasiel Rivero, quien se lució en Uruguay, en Argentina,y ha comenzado fuerte en la poderosa Liga de España, y tiene la juventud y el talento para permitirse soñar con, más temprano que tarde, representar a Cuba en la NBA.
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