Si existe un equipo en la Liga Nicaragüense de Béisbol Profesional con fiel apego al talento proveniente de Cuba, esos son los Indios del Bóer, máximo ganador del circuito con ocho coronas, a pesar de que desde la temporada 2014-2015 no ganan. En las últimas contiendas han convocado al menos un antillano y, de cara al próximo campeonato, fijado para iniciar el 15 de noviembre, aplicarán la misma fórmula de inicios del pasado torneo, cuando incluyeron en la plantilla a tres peloteros nacidos en la Isla, aunque luego existieron variaciones.
Recuerden que en 2018 el manager Julio Sánchez decidió tener en sus filas al holguinero Maikel Cáceres, al cienfueguero Erisbel Arruebarruena y al habanero Víctor Muñoz, pero al comenzar la contienda el villaclareño Darián González sustituyó a Arruebarruena y el dominicano Juan Joel Silverio Reyes a Cáceres, quien luego se incorporó al conjunto a mediados de diciembre.
Para el venidero torneo, en el que llegar hasta el título es el objetivo fundamental, la tribu decidió contratar a un nuevo mentor, el venezolano Raúl Chávez, quien ayer conoció a todos los extranjeros que lo acompañarán a partir del 15 de noviembre. La semana pasada Cubalite informó las confirmaciones de Cáceres, Darián y el lanzador quisqueyano Manuel Soliman, y ayer trascendió en la página en Facebook del elenco que el quinteto se completará con el estadounidense Grant Heyman —con los Tigres de Chinandega en 2018— y el holguinero Yunior Paumier.
Paumier estará incursionando por segunda vez en una liga profesional y tener de compañero a Cáceres le beneficiará para involucrarse con mayor rapidez a la disciplina del colectivo y comprender mejor las peculiaridades de un torneo con predominio de la ofensiva, aspecto por el que seguramente los Indios apostaron por sus servicios, además de que el antillano también significa un valioso comodín en el cuadro (juega tercera, segunda y campo corto).
En 2016 participó con un equipo cubano en la Liga CanAm y bateó .226, con un doble y siete imparables. Sin embargo, las características de su contrato con el club andino no han sido reveladas, por lo que pudiera ser un acuerdo autogestionado, similar al proceder de Cáceres en 2016 y 2017, pues en 2018 determinó participar bajo la venia de la Federación Cubana.
Con contadas inclusiones en el conjunto cubano principal, el jugador de 35 años sobresale por su bateo —de fuerza en ocasiones—, defensa aceptable —a mi juicio la posición que mejor defiende es la antesala— y por ser un gran productor de tubeyes, toda vez que antes de la Serie Nacional actual, tenía 247, con promedio ofensivo de .300, 1242 hits, 93 jonrones y 591 remolcadas.
Sin embargo, el desempeño del holguinero de 16 Series Nacionales en esta campaña no ha sido de sus mejores en los últimos cinco campeonatos domésticos en cuanto a average, al promediar .246, pero es positivo que en 142 veces al bate solamente se haya ponchado 10 ocasiones, uno cada 14 oportunidades aproximadamente. También ha disparado cinco cuadrangulares y le restan dos para llegar al centenar.
Con la inclusión de Yunior y de Cáceres en la escuadra del Bóer, en los últimos trece años han intervenido con ese equipo cinco holguineros, pues en 2017 ficharon al inicialista Lerys Aguilera, en 2007 al pitcher Miguel Pérez —en calidad de refuerzo—, de extensa trayectoria en la pelota nicaragüense y un año antes al también serpentinero Julio César Villalón.
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