Kit Harington tenía 24 años cuando hizo el casting que le convirtió en Jon Snow. Su estatura (1.73 m), los espejuelos y el rostro impecablemente afeitado lo hacían parecer aún más joven. El aspecto del actor inglés era el de un estudiante adolescente aplicado. Nada similar al de un rey-guerrero. Sin embargo, le dieron uno de los papeles protagónicos en Juego de Tronos y acertaron. Hoy nadie discute que Christopher Catesby Harington ha sido uno de los grandes descubrimientos de HBO.
Increíblemente, la primera aparición de Kit en la TV fue con Game of Thrones (GoT). Antes, luego de graduarse de la Central School of Speech and Drama en 2008, había participado en unas pocas obras de teatro, entre ellas War Horse, presentada en el Teatro Nacional de Londres y en el famoso West End, equivalente británico a Broadway.
«Ha sido una lanzadera profesional. Y ahora, aquí estoy, haciendo entrevistas y convertido en imagen del perfume de Dolce & Gabbana», reflexiona el propio Harington en un diálogo con El País Semanal.
Convertido en una estrella internacional, ha aprovechado el éxito para extender su carrera al cine. Lo hemos visto en varias películas bélicas y de acción como Silent Hill: Revelation, Pompeya, Testament of Youth, Seventh Son o Spooks: The Greater Good. Filmes que son más de lo mismo. También dio voz al personaje Eret en dos partes de la saga animada How to Train Your Dragon.
La gran oportunidad de protagonizar una obra de envergadura en el séptimo arte le llegó con The Death and Life of John F. Donovan, la nueva cinta del prodigio canadiense, Xavier Dolan. Pero la postproducción del filme del director nacido en Quebec hace 30 años se complicó más de lo esperado y el estreno, previsto para el Festival de Cannes de 2017, finalmente tuvo lugar en la cita de Toronto el pasado septiembre. Mientras que la divulgación comercial ocurrió este mes de marzo, en un acto en Francia al que acudieron el propio Harington, la actriz experimentada Susan Sarandon, miembro del reparto, y Dolan.
El director reconoció que se enfrentó a diversas problemáticas que enturbiaron el resultado final de su primer metraje en inglés y, aunque manifestó sentirse orgulloso, la crítica ha tenido opiniones encontradas sobre su debut en una súper producción. Dolan había hecho seis películas de autor, con bajo presupuesto y en francés; todas aplaudidas en importantes festivales.
Proyectos personales y regreso al teatro
Para Kit Harington, ganador de tres Premios del Sindicato de Actores y un Emmy por el roll de Jon Snow, sumarse al universo creado por George R. R. Martin y adaptado a la televisión por David Benioff y D. B. Weiss, no solo ha cambiado cada aspecto de su vida profesional, sino que le llevó a conocer a su esposa, la escocesa Rose Leslie (Ygritte en la serie).
Ahora que la última temporada de GoT comenzará a emitirse el venidero 14 de abril, Kit aprovecha la fortuna y reputación que le ha dejado para adentrarse en proyectos más personales.
Hace un par de años, coprodujo y protagonizó la miniserie Gunpowder, emitida por la cadena británica, BBC. En ese drama histórico, encarnó a Robert Catesby, su lejano antepasado por parte de madre, quien fue uno de los responsables de la Conspiración de la Pólvora, el famoso ataque contra el Parlamento inglés en el siglo XVII. A Catesby le cortaron la cabeza y la expusieron en una pica en la plaza ¿Esto les recuerda algo? Por supuesto, a Ned Stark, el padre/tío de Snow, a quien en la primera entrega de GoT le pasó lo mismo.
Otra despiadada curiosidad sobre el pasado de su familia es que cuando Catesby intentó destruir el Parlamento, dentro estaba el Barón Jon Harington, su antepasado por parte de padre y heredero del linaje noble que aún conserva la familia.
“Me metí en el proyecto porque me pareció interesante investigarlo. Se parece mucho al terrorismo fundamentalista religioso que vivimos hoy y quería entender por qué lo hizo”, explica el actor de 32 años.
Por cierto, para concluir con los antecedentes familiares, en Wikipidia aparece que el inventor del inodoro es también un antepasado de Kit, pero él mismo lo ha desmentido. «Aunque no sea de mi familia, le estoy muy agradecido cada vez que voy al baño», bromeó en una entrevista.
La vuelta al teatro, en el Vaudeville de Londres con la obra True West, ha sido más sonada de lo normal; debido a su cambio de look. El mítico Jon Snow aparece sobre el escenario con un curioso bigote y un nuevo corte de pelo. Kit mantuvo su aspecto intacto desde 2011 debido a una cláusula en el contrato con HBO.
«Como buen inglés, me encanta el teatro: ahí empecé. Luego surgió Juego de Tronos y no he tenido tiempo. Me apetece volver a mis orígenes», cuenta sobre sus proyectos en el presente.
Sin embargo, en esta nueva etapa tendrá que averiguar si podrá deshacerse del peso que carga con Jon Snow y que los espectadores se adapten a verlo en otras historias, con un aspecto diferente. «No sé qué me depara el futuro, pero no me preocupa esa incertidumbre», dice confiado. Y tiene motivos para ser positivo.
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