Copa América, Día 1: Ganar por inercia

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Neymar y Gabigol tras el tercer gol a Venezuela. Foto: CBF/ Twitter.

Venezuela llega al partido inaugural frente a la todopoderosa Brasil con un equipo diezmado. Venezuela, una de las selecciones más débiles de la CONMEBOL (por no decir la más débil), es azotada por la pandemia. Era de esperarse una masacre absoluta, una goleada de escándalo, 3 o 4 de Neymar, un doblete de Gabriel Jesús, una práctica para la verdeamarelha. Frente a ellos, los suplentes, los poco habituales, los que apenas tienen oportunidades. Todo servido para la hecatombe, o el festín, en dependencia de la posición de los hinchas.

Y de alguna forma inexplicable, Brasil domina, pero se estrella ante un muro. No hay milagro, el partido se salda con goleada, pero no de la forma esperada. Cada gol es un despiste venezolano, una falla infantil y no un logro brasileiro. Y sí, la canarinha tuvo goles claros, goles donde solo era poner la punta del pie y nadie logró llegar. Es difícil explicar la ineficacia de Neymar y compañía cuando la pizarra marca un 3-0. Es casi imposible saber si los pentacampeones del mundo tuvieron un buen partido o si solo pasaban por ahí, se encontraron un buen resultado, y no le dieron muchas vueltas al asunto. Victoria y ya veremos qué pasa en el próximo partido.

Colombia se encomendó a un único hombre, un extremo que lleva más de una década dando tumbos por Europa y hace unos años alcanzó su mejor nivel, y terminó por convertirse en un crack: Juan Guillermo Cuadrado. Colombia sale al campo con un equipo diferente, sin sus principales goleadores y otros hombres no tan habituales. Ecuador también mueve algunas fichas, pero a diferencia de los cafeteros, su once sí es identificable: es físico, impide el avance, y no funciona muy bien de tres cuartos de cancha en adelante. El partido es aburrido, sin chances claras. Y como quien no quiere las cosas, Colombia ejecuta una falta directa en corto, interviene Cuadrado, la sirve Borja y Carmona la envía al fondo de las redes. Ecuador mira desconcertado, no entiende qué ha pasado. El linier los ilusiona unos minutos y dice que no es válido. El VAR los devuelve a la realidad y Colombia rompe el resultado gafas.

El segundo tiempo fue el clásico «quiero y no puedo» de Ecuador. Colombia se ve superada y termina acorralada en su arco. El gol no llega. Cambios tácticos por aquí, cambios tácticos por allá, mejoras de ambos lados. El gol no llega. Enner Valencia y compañía desnudan las carencias de los pupilos de Rueda, y aun así, el gol no llega. Colombia marcó un gol gracias a un par de buenos toques y el resto fue dejarse llevar. Ganar por inercia.

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