Sentarse a jugar y que pasen horas y horas. Y más horas. Pocos juegos me mantienen tanto tiempo pegado a la pantalla sin sentir ningún tipo de agotamiento, ni llegar a un punto de hastío. Craft The World (Dekovir Entertainment, 2014), más conocido como el juego de los enanos, es uno de ellos, un sandbox maravilloso, una suerte de Dwarf Fortress (Bay 12 Games, 2006) for Dummies, con elementos que recuerdan a Terraria (Re-Logic, 2011), y con un equilibrio perfecto entre momentos de tensión y la paz de dirigir a tus enanos en diferentes tareas, todo en pos de conquistar un nuevo mundo.
Por años he pensado en escribir sobre Craft The World, pero siempre me he quedado en blanco frente a la página ¿Qué tiene tan maravilloso que logra mantenerme enganchado tanto tiempo? Aún sigo sin una respuesta, pero ya es hora de que le dedique un espacio a este succionador de horas y secretador de serotonina.
Parte de su éxito se lo atribuyo a dos motivos. El primero es la variedad de elementos de diferentes géneros que reúne; es un sandbox, pero también un simulador de colonia, y a su vez tiene elementos de estrategia, con una pizca de tower defense. Toma lo mejor de cada uno y mezcla todo de forma espectacular, sin que se le note ninguna costura. Craft The World no busca ser original, entiende que tomando elementos de probado éxito puede ser un juego único y diferente.
El segundo motivo son los picos de tensión. Con un ciclo de día y noche, al ponerse el sol somos atacados por diferentes criaturas. Además, un contador de tiempo nos anuncia que una oleada más fuerte llegará en aproximadamente cincuenta minutos. Durante el día nos preparamos para las pequeñas escaramuzas y a largo plazo esperamos el ataque más fuerte. Ese equilibrio entre el día y la noche y la preparación para la gran pelea, logran que nunca estemos demasiado tensos, pero tampoco despreocupados del todo. No nos aburrimos porque sabemos que se acerca un ejército respetable. No estamos relajados porque cada noche nos visitan algunos enemigos. Es un equilibrio perfecto.
La mayor parte de los recursos necesarios para construir se encuentran en las profundidades, por lo que terminaremos cavando largos túneles en busca de oro, plata y mithril, el mejor mineral para crear armas. A los enanos no les gusta vivir bajo tierra: ahí están los minerales más valiosos, y si ya estamos cavando… pues la usamos de refugio. En el modo campaña el objetivo es derrotar a unos enemigos muy poderosos para poder abrir un portal hacia el siguiente mundo. Los inicios de partida siempre son iguales: un primer y único enano encargado de iniciar lo que será una gran fortaleza. Mientras cumplimos misiones, ganamos experiencia y, gracias a esta, otros se nos suman. En dependencia de qué tan grande sea el mapa, tendremos la posibilidad de tener más enanos. No es una relación de tamaño, sino de horas de juego.
El carisma de esos pequeños seres es otra maravilla de Craft The World. Si bien a veces hacen lo que les da la gana, casi siempre nos obedecen. Lo gracioso está en sus reacciones ante determinados eventos. El grito “Under Attack!” se vuelve omnipresente en cada combate y lo relacionamos con una alarma de peligro; sin embargo, cada vez que se enfrentan a un escarabajo o araña, ahí estamos nosotros pensando que somos víctimas de un ataque sorpresa. Sus huidas en medio de las peleas, a causa del miedo a morir, es otra de las reacciones que nos sacan una carcajada o nos sacan de paso. Un detalle: no todos los enanos son ágiles escaladores, por lo que a veces los vemos caer estrepitosamente sin poder hacer nada. Si estos mineros no fuesen tan graciosos, uno no sentiría tanta empatía por ellos, ni se preocuparía por mejorarle sus armas y herramientas.
La belleza de sus gráficos también ayuda a tenernos hipnotizados. Un diseño sencillo, pero creativo, de elementos naturales juntos a animales identificables y otros imaginarios (quién no quiere tener un gatobúho en su casa), cubre los coloridos paisajes de la superficie. Por otra parte, los diferentes tipos de enanas y enanos, cada uno con un diseño único, nos permiten sentir el amor puesto por sus desarrolladores en cada elemento. Y para cerrar, una paleta de colores alegres, sumada a una gran cantidad de objetos decorativos para que podamos cumplir la fantasía de construir un castillo gigante hasta las nubes, o la mayor fortaleza subterránea de todos los tiempos. No hay forma de no caer rendidos ante la belleza de Craft The World.
El árbol tecnológico también funciona como gancho. Debemos pasar por diferentes etapas de desarrollo: comenzamos por cosas básicas de madera, la forja con el hierro… hasta llegar a niveles tecnológicos difíciles de imaginar. Estar todo el tiempo revisando qué debemos hacer para avanzar, qué recurso falta, cómo crear la espada de acero, nos mantiene activos, atentos, y mandando a los pobres enanos más profundo aún en busca de hierro y carbón. Una lucha en dirección del progreso. Mejorar solo por el hecho de mejorar.
Varias párrafos más arriba lo decía: puedo especular sobre cuál es la magia de Craft The World, pero aún así creo que me quedo corto. Sus desarrolladores se han dedicado a sacar numerosos DLC, todos de pago, que han ampliado el universo y, a su vez, aseguran grandes ingresos debido a la enorme base de fanáticos, por lo que no soy el único enamorado de los enanos. Dekovir Entertainment ha desarrollado otros juegos, pero estos son más cercanos a diferentes tipos de puzzles, lo cual llama más la atención al ser Craft The World una pieza tan diferente en su amplia biblioteca de obras. Por ahora, yo sigo dirigiendo a mi pequeña colonia, buscando los minerales más preciosos y nuevos mundos donde asentarme.
Trailer:
Hola, también me gusta mucho el Craft The World. Solo veo un problema y es que ante un error inesperado o cierre del juego se daña la partida y pierdo todo el avance. Si me pudieras ayudar con cómo hacer copia de seguridad o salve, no se donde guarda este juego. Gracias
Hola a mi me haria falta un link de descarga del juego para PC porque no lo encuentro por ninguna parte si me pudieras ayudar con eso te estaria muy agradecido.