Inexplicable. Perú no solo derrotó a Chile, la bicampeona. Perú no solo le quitó la posibilidad a Chile de defender su trono. Perú goleó a Chile. Quizás no fuese una superioridad absoluta. Quizás Chile no tuvo suerte en sus ocasiones de gol (o Gallese estuvo inmenso, es cuestión de perspectiva). O quizás, solo quizás, algún Dios malévolo (o benévolo) tuviese todo planificado desde un inicio.
Perú aprovechó las fallas en el área rival y obtuvo sus ganancias en río revuelto. Flores se encontró con el esférico en una posición envidiable y le pegó un zapatazo. Cayó el primero. Yotún no perdonó la mala salida de Arias y a puerta vacía abrió una brecha en el marcador. 0-2. El partido no había llegado al ecuador, y los peruanos, la cenicienta, los que se tragaron cinco ante Brasil, tenían medio encuentro encarrilado. Ni en las pesadillas más lovecraftianas de un chileno aquello era posible.
La segunda mitad fue el «quiero y no puedo» de un equipo que busca la remontada y no la encuentra. Tienes el mapa del tesoro, sabes dónde está la X pero ahí no encuentras nada. Cavas un poco más a la derecha, un poco más a la izquierda y el cofre no aparece. Giras el mapa, cambias tu punto de referencia, y el resultado es el mismo. La frustración te devora. Hay un tesoro en algún punto de la isla. Estás seguro de poder encontrarlo, y mientras buscas, con el reloj en la nuca, Guerrero te clava la estocada final. 0-3.
Pero como diría Álvarez Guedes, peor fue. Penal a favor de Chile. El árbitro es dadivoso, o la falta clamorosa. No importa, todo está decidido. Un golito para maquillar el resultado es la única diferencia. Vargas ante Gallese. ¿Qué decisión tomar? ¿A lo Panenka? De aquí en adelante todo es pura especulación. ¿Por qué un portero decide no elegir un lado? ¿Por qué un delantero prefiere disparar suave y al centro, en un acto de prepotencia y egoísmo? ¿Qué siente el delantero cuando el portero adivina sus intenciones? Son preguntas estúpidas, como cobrarlo a lo Panenka. Estúpidas e inexplicables si falla, porque cuando mece las redes, eres un genio. A Vargas le tocó el trago amargo, ver cómo Gallese, inmutable, le detenía el bomboncito.
El consuelo para Chile, quizás, es que Argentina espera para la discusión por el tercer puesto.
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