Hace tiempo que los superhéroes dejaron atrás el paradigma “supermanesco”, ese que mostraba a un personaje íntegro y cuasi perfecto en el cual convergía todo lo bueno que tenemos para ofrecer como especie. Hoy “los súper” son gentes con problemas reales, traumas de la infancia y agendas ocultas detrás de sus capas y las falsas poses heroicas.
Lo que hizo Garth Ennis cuando creó The Boys se ha ido convirtiendo en una suerte de nuevo canon y Amazon Prime Video lo sabe. Luego de adaptar con mucho éxito el susodicho cómic al formato televisivo, recientemente la cadena de streaming ha lanzado una nueva propuesta a tono con esa tendencia que viene armando una sólida base de fans desde hace años.
Invincible, nombre homónimo de la serie de historietas creada por Robert Kirkman, Corey Walker y Ryan Ottley, cuenta la historia de Mark, un joven de 17 años que resulta ser hijo de Nolan Grayson, alias Omniman, el superhéroe más poderoso de la Tierra. Tras despertar sus increíbles poderes, que incluyen fuerza y resistencia sobrehumanas, además de vuelo a velocidades que superan el Mach 1, el chico deberá aprender cómo convertirse en un defensor de la justicia mientras lidia con sus propios dramas adolescentes.
Lo primero que debemos decir es que la serie, al igual que el material en que está basada, se atreve a tomar como punto de partida dos hechos fundamentales: la clásica historia de origen del protagonista y, a la vez, el enorme misterio que yace tras el brutal asesinato (incluye hasta un ‘Oberyn Martell’) de los Guardianes del Orbe, el grupo de héroes más famoso del planeta.
Los más listos dirán que, en principio, todo parece estar bastante claro, pero mientras pasan los episodios uno va notando cómo nuevas tramas comienzan a converger y enriquecer la narración con sus matices, todo ello sin perder en momento alguno el excelente ritmo que nos mantiene pegados al asiento durante los inusuales 40 minutos que dura cada entrega.
Aunque a estas alturas no es algo nuevo, la visión de Stan Lee en torno al poder y la responsabilidad están presentes aquí, tanto como el lenguaje soez y la sangre que brota en casi todas las escenas de acción. Invincible es un inexperto héroe en formación que, al inicio, sufre el hecho de haber crecido en la burbuja que han creado a su alrededor. Por ello, deberá entender cómo funciona el mundo fuera de su —supuestamente— armónico hogar y embarrarse (en todos los sentidos) de la ‘suciedad’ que puebla la galaxia. Sólo así podrá crecer y transformarse, no en el hombre que eventualmente continuará el legado de Omniman, sino en uno completamente independiente, capaz de construir su propia leyenda mediante ese bucle vital que va de caer y levantarse cuantas veces sea necesario.
Todo lo anterior se sostiene, en parte, gracias a la fabulosa calidad del elenco de voces que incluye que incluye en los roles principales a Steven Yeun como el —no tan— invencible protagonista, J. K. Simmons (Omniman), Sandra Oh (Debbie Grayson), Zachary Quinto (Robot), Walton Goggins (Cecil Stedman), Gillian Jacobs (Atom Eve) y Zazie Beetz (Amber), e incluso se permite el lujo de darle pequeños espacios a favoritos de los fans como son el mismísimo Mark Hamill (Star Wars), Sonequa Martin-Green (Star Trek: Discovery), Mahershala Ali (Green Book), Lauren Cohan (The Walking Dead), Djimon Hounsou (Gladiator), Ezra Miller (Justice League), Clancy Brown (Carnivale), Michael Dorn (Star Trek: TNG), Seth Rogen (An American Pickle), Jon Hamm (Mad Men), Jonathan Groff (Mindhunter) y el gran Fred Tatasciore, por citar sólo algunos de la lista.
En términos de animación, que obviamente toca analizar, el trabajo conjunto de WindSunSky Entertainment y Skybound North, al servicio de Amazon Studios, no es uno que destaque por ser demasiado revolucionario, pero sí es lo suficientemente sólido y elegante como para no caer en facilismos ni lastrar el excelente storytelling. Lo otro son las escenas de lucha, parte fundamental del metraje, en donde estos profesionales se lucen y dejan muy bien parado al show como una propuesta brutal y de mucho vértigo. Por último, resulta particularmente interesante el uso de planos atrevidos, igual que en los cómics, lo cual da a la serie una riqueza visual que se agradece de este lado de la pantalla.
Tras ver los primeros cinco capítulos (salen cada viernes), queda la sensación de que Invincible puede convertirse en un show que no teme mostrarnos un ángulo distinto de las historias de superhéroes, sin aspirar a ser el suceso mediático de toda una generación. Es, sin mucho más, una metáfora del ritual de paso que significa la entrada en la adultez, aunque, en este caso, a los monstruos interiores se suman otros reales que llegan armados y disparando rayos láser.
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